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Greenwashing ¿Ecología o marketing?

¿Te has preguntado alguna vez si algo era realmente ecológico o solo es marketing?” y aquí es donde aparece el término y la pregunta que da título a nuestra entrada de hoy: Greenwashing ¿Ecología o marketing?. Los consumidores debemos ser críticos para distinguir productos y servicios realmente sostenibles, de aquellos que no siendo, utilizan el marketing para parecerlo.

Y todo esto viene porque hace unos días, una conversación sacaba a relucir el tema de los plásticos de un solo uso, – ¿prohibidos a partir de 2021? – y como ahora en los paquetes de cubiertos de plástico aparecía el término “lavables”. La verdad es que al ser la típica conversación de barra de bar, desconocemos si el departamento de I+D mejoró la formulación de los componentes del plástico, que antes no permitía lavarlos y ahora si (quien sabe) y por tanto ha sido realmente una apuesta por ser más ecológicos o, por el contrario, es un ejemplo más de picaresca y simplemente el departamento de marketing dijo… “oigan, si ponemos lavables en el envase, ya no son de un solo uso y por lo tanto podemos seguir produciéndolos y vendiéndolos como hasta ahora”… por aquello de hecha la ley, hecha la trampa.

Hoy le dedicamos esta entrada al término greenwashing o “ecoblanqueo” y como debería acercar al consumidor a una reflexión tremendamente importante acerca de que es ecológico o sostenible y qué no, y si ECOCAMPING RURAL realmente lo es.

Hace algún tiempo, llegó a nuestras manos un manual editado por ADICAE y subvencionado por el Ministerio de Consumo, que queremos compartir con vosotros en el siguiente enlace:

¿ES ECOLÓGICO REALMENTE O ES SÓLO MARKETING?

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DESCARGATELO DESDE LA WEB

¿De qué va todo esto de ecología o marketing?

En este cuaderno práctico sobre “ecoblanqueo” que os invitamos a leer, tratan de acercarnos a nosotros, los consumidores, hacia una reflexión que pocas veces nos planteamos:

  • ¿Utilizan las empresas estrategias y formas de comunicación para limpiar o lavar su imagen para parecer más sostenibles de lo que realmente son?
  • ¿No nos estarán simplemente diciendo lo que queremos oír?
  • ¿Hacia dónde los consumidores debemos dirigir nuestra atención para no dejarnos seducir por las técnicas de lavado de imagen verde?

Las técnicas de lavado de imagen verde constituyen el arma más efectiva para algunas – ¡no todas, claro! – empresas, ya que este se ha convertido en el embudo por el que posiblemente lo insostenible, y lo dudosamente sostenible, pasan por ser justos y claramente respetuosos con el medio ambiente.
La duda que debemos plantearnos como consumidores críticos y responsables es cómo saber si una empresa es realmente sostenible.

Es cierto que los consumidores hemos ido modificando nuestros hábitos cotidianos contra el desperdicio, el desaprovechamiento energético y el exceso de consumo – ¿seguro? –, pero con eso no es suficiente: Debemos reivindicar el papel decisivo de los consumidores para proteger el medio ambiente, concibiendo el poder de los ciudadanos en la decisión y preferencias de compra, y convirtiéndonos en actores principales para transformar la actual dinámica de deterioro y colapso medioambiental

Pero… ¿Por qué nos cuentas todo esto? ¡Sigue leyendo!

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Ecocamping Rural a vista de dron – Aerial Productions

Cuando te llamas ECOCAMPING RURAL y ser “eco” no tendría que ser un prefijo si no un denominador común básico de las empresas de nueva creación

Cuando comenzamos a desarrollar el proyecto sobre el papel, realmente queríamos hacer un camping, pero estábamos convencidos de querer hacer bien las cosas: Hacer bien las cosas en el sentido de encontrarnos en una pequeña aldea del Pirineo Aragonés, en un valle cuyo mayor ventaja en el pasado será su mayor condena en el futuro: el Agua – ¿y eso? ¡De esto ya hablaremos en otro momento! – .

Realmente creíamos que todo aquello que nos convertiría en un camping ECOLÓGICO no debería ser un argumento de venta, si no la base de cualquier negocio de nueva creación que se instalase en el mundo rural: la tecnología estaba, debíamos hacer uso de ella para ser más eficientes, autosuficientes y sostenibles, pero no porque queramos ser verdes, sino porque realmente creemos que es el único camino si queremos dejar un futuro mejor para los que vienen detrás.

La instalación de un camping en el Valle de La Fueva suponía muchas preguntas, pero como ejemplo del que quizá sea el más natural y sostenible de los alojamientos turísticos, creíamos que podíamos hacerlo mejor:

Preguntas y respuestas para ser eco

¿Podemos generar nuestra propia energía eléctrica allí donde la vamos a consumir? ¡Hagámoslo!

¿Es posible calentar el agua o tener calefacción sin utilizar combustibles fósiles? ¡Adelante!

¿Crear un puesto de trabajo en el mundo rural y vivir allí? ¡Claro!

¿Seguir criterios de construcción passivhaus para aislar más y consumir menos? ¡Por supuesto!

Espera un momento… ¿y las aguas químicas de las caravanas? ¡Instalemos un depósito para gestionarlas correctamente y evitemos que terminen en barrancos y ríos!

¿y qué me dices de utilizar productos locales y de KM0 en nuestro bar? ¡No se nos ocurre nada más delicioso!

¿Y la piscina? Un clorador salino que genere cloro de forma “natural” a través de electrolisis en lugar de estar añadiéndolo desde una garrafa de plástico!

La reflexión final sobre la etiqueta ecológica

Muchas veces, la pregunta que nos hacéis es qué nos hace ser un ecocamping, y realmente la pregunta es, ¿Por qué no intentamos todos serlo y así ser ECO deja de ser una etiqueta, para convertirse en algo básico y normal?. Solo así entonces, la pregunta sería ¿Por qué no eres sostenible?

El movimiento se demuestra andando y eso no implica que ahora “tires a la basura” tu caldera de gasoil, ni mucho menos, porque igual que no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia, muchas veces será más ecológico reparar y reutilizar que comprar algo nuevo.

Planteémonos como fundamental, de aquí en adelante, a tomar la ecología en las nuevas instalaciones como algo tan básico como que cuando haces una casa, pones puertas y ventanas. No te plantearías una casa sin puerta ¿verdad? Pues tampoco te lo plantees sin las fórmulas sostenibles que hoy ya existen. Y no lo hagas desde el plano de la rentabilidad, porque como dijo un buen amigo, “cuando mi padre puso la caldera en casa, no pensaba en si era rentable o no, si no en estar caliente”. Cuando lo hagamos, que no sea porque es rentable económicamente, sino porque así contribuimos entre todos a tener un futuro mejor… y la verdad es que no se nos ocurre una. rentabilidad mejor que esa.

¿y tú? ¿Qué opinas de todo esto?

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